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(cc) Joe Shlabotnik
Son innumerables las veces que Lisa Simpson, la hija mayor de Homero, ha tratado de salvar al planeta. Es por eso que hoy, en nuestra sección Mi héroe, quremos hacerle un homenaje a la pequeña niña amarilla.
Ha ido a limpiar las orillas de las playas contaminadas de petróleo. Se ha encadenado a árboles para evitar que los corten y siempre se ha preocupado de reciclar todo lo que pueda. Pero una de anécdotas más recordadas fue su cruzada contra la carne.
Era tiempo de parrilladas en Springfield. Flanders había hecho un gran asado, por lo que Homero se había empecinado con hacer una aún mejor. Había invitado a toda su comunidad y los atendía de manera extraordinaria. Se estaba luciendo. Todos habían comido suficiente, pero faltaba lo mejor: un cerdo con una manzana en la boca. El ambiente ya estaba tenso en la familia Simpson respecto al tema carnívoro. Lisa había explotado luego de ver como su papá y su hermano se peleaban por la última chuleta que había preparado Marge para la comida. Es por eso, que cuando vio al pobre animal a punto de ser comido, decidió hacer algo al respecto: arrastró al cerdo con un pequeño tractos y salió volando por los aires de la ciudad. Mientras Homero y Bart hacían lo humanamente posible por tratar de alcanzar el animal, Lisa caminaba triste por las calles de su Springfield. Hasta que en un momento de flaqueza entra al mini-súper de Apu y decide darse por vencida y comerse un hot-dog del estante. Luego de dar la primera mordida y entre lágrimas entregarse a la vida carnívora tras sentir que no podía combatir contra ella, Apu le dice que lo que come es una salchicha vegetariana. Los ojos de Lisa vuelven a iluminarse y acompaña a Apu a su entretecho, donde tiene un jardín botánico en el que están Paul y Linda MacCartney tocando una canción en el piano. La historia termina en que Homero y Lisa se reencuentran y ambos se piden perdón por sus excesos. Uno puede ser vegetariano, vegano o carnívoro, lo importante es respetar la opción de la otra persona. Esa es la clave de la convivencia, ya que el que respeta, será respetado.