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(cc) Sandruz
Según la Biblia, Adán y Eva llegaron a este mundo completamente desnudos. Y luego, después de comerse una manzana, vinieron a sentir vergüenza de sus cuerpos. Hay un pequeño pueblo ubicado la localidad de Tarragona, en España, llamado El Fonill. Se trata de una especie de gran parque (150 hectáreas) que fue comprado por Emili Vives y en donde decidió instaurar su propia aldea naturista.
Su concepto de vida consiste en andar como vino al mundo: desnudo. Y la gente que decide ir a visitar el poblado y quedarse en sus dependencias debe aceptar las normas impuestas por Emili: andar desnudo.
Pero andar sin ropa es sólo una de las cosas naturistas que tiene El Fonill. Producen sus propios alimentos y su energía proviene de molinos y paneles solares.
La gente que se quiere quedar en el Fonill y practicar este estilo de vida tiene tres alternativas: pagar los 30 euros que cuesta una noche en una habitación compartida, arrendar una casa por la noche (48 euros) o trabajar como voluntario y así poder quedarse gratis. Hay quienes han llegado exclusivamente a trabajar ahí buscando arrancar del estrés que llevaban en sus respectivas ciudades.
Dentro de El Fonill no hay lujos, pero de todas formas sí cuentan con algunas salas especiales para hacer yoga, masajes, tantra, biblioteca y piscina ente otras cosas.
De todas formas, Emili no obliga a nadie a andar sin ropa si no lo quiere, de hecho, su madre cuando lo visita, permanece con la ropa puesta. Incluso él mismo a veces se pone un short y una polera para ir de excursión a un pueblo cercano, pero para todo lo demás, le gusta andar “natural”.
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