(cc) gatogrunge
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Hace un tiempo atrás hubo un caso de un jugador de fútbol al que su equipo quiso echarlo del plantel por ser vegetariano, argumentando que no podía llevar ese estilo de vida y ser futbolista a la vez, ya que sería mucho más propenso a las lesiones si no consumía carne como fuente de proteínas.
Un informe realizado por la Asociación Americana de Dietética, la de Dietistas de Canadá y el Colegio Americano de Nutrición Deportiva demostraron que un deportista de alto rendimiento sí puede llevar a cabo una dieta vegetariana -siempre y cuando esté bien planificada- y no afectar negativamente sus capacidades físicas.
A lo que se debe poner especial atención es este tipo de dietas, es a los los micronutrientes (tales como el hierro, calcio y cinc), que son elementos claves para estar bien físicamente. Además, también no descuidar el consumo de las vitaminas B2 y B12.
Se ha malacostumbrado a señalar la carne como casi la única fuente para conseguir las proteínas, cuando también se pueden conseguir estas mismas desde el mundo vegetal.
Si eres un deportista vegetariano, en tu dieta no puede faltar la soja y sus derivados como el tofu, las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas. A eso además debes agregarle una dosis balanceada de carbohidratos y tendrás un régimen alimenticio excelente, sano, consciente y energético; nada que envidiarle a los deportistas carnívoros.
La proporción entre proteínas y carbohidratos también es importante: Se recomienda que se consuma entre 1,2 y 1,7 gramos de alimentos proteínicos por kilo de peso corporal. Mientras que en los carbohidratos, la principal fuente de donde el cuerpo saca la energía, la proporción debe ser entre 6 y 10 gramos por kilo de peso corporal. Poniéndolo de otra forma la dieta debiera ser 40% proteínas y 60% de carbohidratos según señalan los especialistas. Y si se logra sacar ese 40% de las proteínas del mundo vegetal, entonces no debe por qué tener problemas físicos y mucho menos estar en desventaja con deportistas carnívoros.