(cc) Provencio
La caza de ballenas ha acompañado a nuetra raza desde la prehistoria, en la que se las arreaba a las playas usando botes pequeños y sonidos que las asustaran.
Recomendados
Preparados para recibir las energías de la Luna Rosa con el poderoso ritual para atraer la prosperidad
¿Dónde colocar las fotografías en casa según el Feng Shui?
¿Qué es la regla de los 5 segundos contra la procrastinación? Así evitaras postergar tus tareas
Algunas de las narraciones literarias más cautivantes que se han escrito en los mares guardan relación con los balleneros, que obligaron al hombre a sumergirse en los extremos polares del mundo y maniobrar para capturar a estos mamíferos y comercializar su carne y aceite.
Pero la modernidad nos ha llevado a abusar de la caza, eliminando a más ballenas de las que están naciendo y destruyendo el ecosistema submarino.
Por esto, en 1946, nace la Comisión Ballenera Internacional, ésta se encarga de revisar y actualizar medidas como: Designar areas específicas como santuarios de ballenas, poner un límite al número y tamaño de ballenas cazadas, determinar temporadas de caza y prohibir la caza de madres y cachorros. Además apoya y coordina investigaciones y publicaciones.
En 1986 la comisión adopta una moratoria (suspensión de actividades) hacia la caza de ballenas que se mantiene hasta el día de hoy.
Ochenta y ocho países (incluyendo Chile) son miembros de esta comisión. La mayoría se adscriben a la moratoria y algunos (como Islandia y Noruega) continúan con la caza comercial en pequeña escala. Por otra parte, Japón continúa la caza de ballenas a gran escala (aproximadamente 950 ballenas al año) declarando que lo hacen con fines científicos.
También existe un bajo porcentaje de caza realizado por países como Estados Unidos y Groenlandia bajo permisos de cultura aborigen.