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Carlos Carvajal, el hombre que recorre Sudamérica en bicicleta, conversó con VV

Ayer les contamos de la notable iniciativa de Carlos Carvajal, un colombiano que luego de ver la película “Home” decidió dejar todo y tomar su bicicleta para ir a recorrer Sudamérica en ella y expandir el mensaje de la vida sustentable. Hoy está en Chile y tuvimos la oportunidad de conversar con él en la terraza de nuestro edificio (esto no es una entrevista, sino extractos, ideas y pensamientos que Carlos dejó entrever en una notable conversación).

Carlos llegó a nuestra oficina en bici (era que no!). Inmediatamente me saludó como mucho entusiasmo, agradeciendo que ayer hubiésemos hecho una nota sobre él. Carlos es una persona sencilla y se nota tan sólo al cruzar un par de palabras con él. Carlos tiene 40 años y es flaco y espigado. Lleva cerca de seis meses desde que partió su travesía en Colombia y se nota en el color de su piel que está constantemente expuesto al sol.

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Su vida era así: Tenía una empresa que le daba un buen pasar económico, una familia que lo quería y una seguridad que ya muchas personas querrían. Pero de a poco comenzó a interesarse en la bicicleta y un día miró un cerro y dijo “Me gustaría ir a ese cerro en mi bici”. Y fue. Y así, recorrió tres veces su país en bicicleta. Un día vio la película Home, del director francés Yann Arthus-Bertrand, y tuvo una especie de epifanía: Sintió que debía dar un giro a su vida, ya que la vida era muy corta y no tenía mayor sentido sólo acumular bienes materiales. Así que encontró que la mejor manera de expandir el mensaje de la vida sustentable y de los problemas que hoy aquejan a la Tierra era recorriendo Sudamérica y expandir el mensaje. Así que juntó a su familia y les dio la noticia. Algunos lloraron, otros rieron y unos le dijeron que si estaba loco. Pero no lo estaba. Al contrario, nunca había estado tan cuerdo en su vida. Luego juntó a sus amigos y pasó lo mismo. En ambos casos luego del shock inicial todos terminaron entregándole la mejor de las vibras y bendiciones y alguno que otro dinero para cubrir los gastos más esenciales de su viaje. Así que renunció a su trabajo, montó la página del proyecto (www.pedaleandoalma.org), consiguió algunos patrocinadores y partió.

La primera duda que me vino a la cabeza era el tema de la seguridad, ya que a veces las fronteras o algunos sectores en países sudamericanos pueden ser más peligrosos que otros, por lo que le pregunté si había tenido algún problema o le había pasado algo. A lo que Carlos contestó con una sonrisa y como si nunca lo hubiese pensado: “No. Debe ser por la actitud que llevo”. Y la verdad es que su actitud no puede ser más positiva, por lo que no me extraña para nada que hasta el momento vaya ileso.

Y lo otro que quería saber era el trasfondo de su viaje. A lo que me respondió que “acciones simples pueden cambiar las cosas, como usar una bicicleta en vez de un auto”. Y vaya que tiene razón.

A Carlos le quedan 27 mil kilómetros de travesía. Entre domingo y lunes se va de Santiago para seguir hacia el sur y luego cruzar a Argentina. El recibimiento que ha tenido en todos lados ha sido muy bueno, probablemente por, como el decía, la actitud que lleva.

Pero como esta travesía es financiada por él (más lo que han podido aportar sus amigos, familiares y a quienes se ha topado en el camino), los recursos económicos a veces escasean, si hay alguien que lee este artículo y quiere colaborar con su causa, puede ponerse en contacto con él directamente escribiéndole a ccarvajal@pedaleandoalma.org o a pedaleandoalma@gmail.com. De esta misma forma, si son del sur, o de Argentina (hacia donde se dirige) y quiere ayudarlo dándole alojamiento, comida, dinero, o lo que sea, escríbanle directamente, él estará muy agradecido.

Bueno Carlos, no queda más que despedirse con el compromiso de seguir informándole a nuestros lectores de tu travesía cada cierto tiempo. Mucha suerte en el camino y que llegues bien a puerto.

Un abrazo de parte de VeoVerde!

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