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(cc) Luis Fabres
La lucha en el poblado de Caimanes -provincia de Choapa- no para. Al contrario, cada día que pasa parece más extenderse la huelga de hambre que 11 comuneros de la minería mantienen desde hace ya 51 días. La manifestación tiene por objetivo denunciar el daño y peligro que constituye la construcción del tranque de relaves El Mauro, de la Minera Los Pelambres y hacer justicia de una compensación económica de la que ellos no formaron parte.
En esta polémica, los comuneros denuncian la desprotección de la población y de los trabajadores frente a la gran explotación minera, debido a que uno de los grandes miedos de la comunidad de Caimanes no es sólo que se derrumbe el embalse El Mauro – el cual sólo cuenta con una telón de arena-, sino que también sienten aprensión por los graves riesgos a la salud que rodea vivir en un terreno con un medio ambiente contaminado.
Los muros de arena compactada de 250 de altura y 6 kilómetros de largo en extensión que posee el embalse no fueron construidas con las medidas pedidas internacionalmente para proteger el lugar donde fue emplazado. Por ejemplo, el fondo del tranque no se encuentra sellado para que los restos minerales no pasen a las napas subterráneas y contaminen las aguas y, por ende, a las personas que residen en los alrededores.
Por otro lado, la comunidad de Caimanes explica que existen negligencias por parte del Gobierno central al decir que se trata de un conflicto entre “organismos privados”, aún cuando fueron las propias instituciones gubernamentales las que autorizaron la construcción de este tranque de relave, el cual se encuentra en un terreno a nivel de suelo y cercano a los poblados, situación que no debería estar bajo ningún punto permitida.