La polarización e incertidumbre pueden ser los mejores calificativos que definen el ambiente que se vive en la actual Cumbre del Cambio Climático en Cancún, que tras una semana de negociaciones llega hoy a la cita ministerial sin resultados tangibles. La cuenta regresiva que se inicia el día de hoy y que culmina a finales de esta semana será decisiva para alcanzar algún consenso en los puntos fundamentales que conforman la agenda del encuentro.
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Así durante la primera semana de negociaciones, países como Japón, Rusia y Canadá expresaron su voluntad de no accederán a un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto, si todas las partes no se comprometen por igual a conformar un mecanismo global aceptable en cuanto a la reducción de los gases de efecto invernadero.
Del mismo modo, la Unión Europea se pronunció por seguir con el actual protocolo hasta su vencimiento en el 2012, debido a la falta de avances registrados, aunque también consideró insuficiente el mecanismo de Kyoto para alcanzar las metas globales de reducción de emisiones.
El grupo del G77, que incluye a unos 130 países no alineados y a China, señalaron en este ambiento que el segundo periodo del Protocolo de Kioto, que vence en 2012, es “una piedra angular para un resultado positivo en Cancún”.
En contraste, Japón se ha negado en redondo a aceptar la ampliación del Protocolo de Kioto, que obliga exclusivamente a los países ricos a reducir sus emisiones, menos a Estados Unidos que se negó a ratificarlo en 2001.
México, como actual presidente de la COP-16, mantiene una activa postura negociadora en Cancún, pese a que en la práctica el resultado de esos esfuerzos deja mucho que desear hasta el momento, sin embargo aún queda una semana, para muchos la más decisiva y trascendental, oportunidad para revertir la polarización e incertidumbre que ha brillado por estos días.