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Salvan a 65 ballenas piloto varadas en Nueva Zelanda

Optaron por hidratarlas hasta que suba la marea

Las ballenas piloto, cetáceos de entre 4 y 6 metros de longitud, se desplazan en manadas de decenas de individuos. La idea detrás de esto es proporcionarse protección mutuamente, pero hay consecuencias negativas que pueden costarle la vida a medio centenar de ballenas.

Ejemplo de lo anterior es la bárbara carnicería que ocurre en Islas Feroe, en donde los lugareños aprovechan la aproximación de una manada completa para abatir a las más cercanas, de manera que sea su propia aglomeración lo que les impida huir.

Pero no todos los problemas de las ballenas piloto son provocados por el hombre. Por el contrario, les contaremos que al otro lado del mundo la mano del hombre puede salvarles la vida.

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Ocurrió el fin de semana en Nueva Zelanda, en la playa conocida como Farewell Split, en la costa norte de la isla.  65 ballenas piloto vararon y fueron socorridas por personal del DOC (Department of Conservation) junto a más de 100 voluntarios que dedicaron varias horas a auxiliar a los animales.

Las ballenas piloto son relativamente abundantes en las costas de Nueva Zelanda, las cuales se caracterizan por tener numerosos recovecos, formaciones rocosas caóticas y corrientes traicioneras.  Por lo mismo, no es inusual que estas ballenas terminen varando en distintas playas neozelandesas por el simple error de adentrarse en brazos de mar cuando la marea está a punto de bajar. Como consecuencia, no menos de 500 ballenas piloto han varado en las playas de Nueva Zelanda en los últimos 5 años, y las muertes se cuentan por centenares. Al mismo tiempo,  los lugareños han ido aprendiendo y perfeccionando las técnicas para apoyar a los cetáceos en estos casos, y gracias a ello las 65 ballenas de nuestra noticia salieron sanas y salvas, al contrario que lo ocurrido hace pocos días en donde murieron 17 de las 82 que vararon en la misma playa.

Para empezar, los neozelandeses esta vez optaron por evitar el método clásico de “desenterrar y arrastrar”, debido a que concluyeron que resulta particularmente traumático, doloroso y en ocasiones mortal para las ballenas. Por el contrario, se dedicaron exclusivamente a mantener hidratados a los cetáceos hasta que volvió a subir la marea, ocasión en que los asistieron para adentrarse hasta una profundidad suficiente para nadar.

El salvataje de las 65 ballenas piloto no sólo es un inusual caso de éxito (rara vez se logra salvar al 100% de una manada varada) sino un ejemplo de cómo el hombre debe relacionarse con sus hermanos menores. Ahora los neozelandeses me caen todavía mejor.

Merece discusión aparte que el fenómeno se haya producido dos veces en una misma semana. Ciertamente la ensenada de Farewell Split es traicionera, pero también es posible que sea la acción del hombre lo que esté afectando al sistema instintivo de navegación de las ballenas. Es perfectamente plausible pensar que  nuestras señales de radio y microondas pueden estár desorientando a las especies migratorias.

Link: Volunteers Arrive in Droves to Save Stranded Whale (Treehugger)

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