La versión de la familia Domínguez en su acuerdo con Castilla

Mucho antes de que a MPX se le ocurriera instalar la termoeléctrica Castilla, Gonzalo Domínguez llegaba por primera vez al sector de Bahía Salado, unos 170 kilómetros al suroeste de Copiapó. Había visto el descampado desde un avión y se fue a pasar dos semanas en una carpa cerca de la playa, decidiendo que quería pasar sus vacaciones ahí por el resto de su vida.

Por eso fue que cuando supo del proyecto termoeléctrico en la zona, fue uno de los más fuertes opositores, sino el más. Acusó, por ejemplo, a la empresa del multimillonario Eiko Batista de “comprar” a los pescadores de caleta Pajonal, a quienes ofrecieron una casa a cada uno por apoyar el proyecto.

La gran crítica que se la ha hecho es que no informó a nadie que estaba teniendo conversaciones con la empresa. Muchos de los que se plegaron a su lucha, incluida a la senadora Isabel Allende, dijeron sentirse defraudados por Domínguez, quien los llamaba a manifestarse y que de pronto, sin avisarle a nadie, apareció en la prensa con un acuerdo, y con el proyecto ya casi construyéndose.

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La respuesta que Domínguez dio a la prensa, este fin de semana en la Revista Sábado de El mercurio, fue que él está en contra de los proyectos termoeléctricos que no cumplan con los mínimos criterios. Que, si bien en un principio lo que estaba pidiendo era que las centrales se construyeran en otro lugar, comenzó todo un proceso de tira y afloja, en el que MPX se mostró dispuesto a ceder, y del que se logró un conjunto de acuerdos que benefician al medioambiente, como los métodos para manejar desechos y para transportar el carbón.

En lo que más insiste Domínguez, es que ni él ni su familia van a recibir ni un peso de los millones de dólares que la empresa está entregando en acciones de “mitigación” del daño ambiental. Lo que logró, no lo niega, es que la fundación que instalará MPX en la zona, con un presupuesto de 10 millones de dólares, tendrá dentro de su directorio a un representante de su familia.

La entrevista completa puedes leerla en la Revista del Sábado.