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El ruido también es contaminación

Seguro que los gases contaminantes, el smog, la basura en las calles o los desechos químicos son formas de contaminación que parecen ser más ‘directas’, pero el ruido es un problema que, para los que vivimos en grandes ciudades, parece haber dejado de molestarnos. Lo cierto es que en muchos lugares los niveles superan el máximo permitido por la OMS y los problemas que puede generar en las personas son muchos.

En un reciente estudio hecho en España, se concluyó que el 66% de la población que vive en las 19 ciudades más grandes de la península debe soportar ruidos de más de 55 decibelios, ruido procedente de carreteras, aeropuertos y trenes. 55 decibelios es el límite máximo al que un humano debería estar expuesto.

En día común y corriente, los que vivimos en grandes ciudades estamos expuestos a niveles que oscilan generalmente entre 35 y 85 decibeles. Para tener un vida normal, no deberíamos estar nunca expuestos a más de 55, mientras que a más de 85 toda la población muestra alteraciones y molestias.

Lo que se hace en los países desarrollados es generar mapas de ruidos en las ciudades, para saber dónde están los puntos más conflictivos y a qué problemas atacar. En España, el Ministerio del Medio Ambiente ha hecho una serie de estos mapas y están disponibles en internet. Pero lejos lo más importante es generar políticas para que los medios de transporte disminuyan sus emisiones, ya que son por lejos los que más ruido generan en las ciudades.

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