Vivir durante muchos años ha sido un deseo de los hombres durante siglos, y si se quiere buscar una fórmula para hacerlo, no vaya usted a dudar en llevar una vida saludable. Por lo menos así lo hizo María Lucimar Pereira, una indígena kaxinawá que está a sólo días de cumplir los 121 años de edad.
La noticia fue revelada por la ONG Survival International, y aseguran que María nunca ha vivido en una ciudad, nunca aprendió portugués y se ha alimentado toda su vida con productos naturales recolectados en la selva amazónica, comiendo carne, mono, pescado, mandioca y plátanos. Tampoco ha consumido nunca azúcar, sal ni alimentos procesados.
La kaxinawá viven en el estado de Acre, en la frontera con Perú y Bolivia, y vivieron en carne propia la fiebre del caucho, proceso en el que gran parte de su población fue asesinada o esclavizada, en uno procesos más oscuros de la historia del Brasil.
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Pero María sobrevivió a todo eso, y sin haber salido nunca de su tierra natal, con 120 años encima, sigue haciendo una vida relativamente normal. En su comunidad dicen que recorre la aldea contando historias, visita a sus nietos en otras aldeas y de vez en cuando viaja a un pueblo cercano, Feijó.
Puedes leer una hoja informativa de los kaxinawás en el sitio de Survival