Desde que CELCO contaminó las aguas del río Cruces, destruyendo el Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter y quitándole el hábitat a miles de cisnes de cuello negro, decenas de acusaciones gravísimas se le han hecho a la empresa.
Y aunque en un primer momento hubo dudas acerca de la responsabilidad de ésta, informes de la Universidad Austral y de organizaciones ciudadanas han demostrado que los desechos químicos de la industria papelera, y la alta temperatura de las aguas que depositaban en el río, mataron al luchecillo, especie de alga de la que se alimentaban los cisnes.
Nuestros lectores recordarán que el momento más grave de esa contaminación fue cuando las aves comenzaron a escapar del humedal. Muchos habitantes de Valdivia se encontraron con cisnes muertos en los patios de sus casas, o en las calles de la ciudad. Así fue como los cisnes se transformaron en la bandera de lucha de organizaciones como Acción por los Cisnes.
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La radio Bio Bio informó ayer que un buen número de ejemplares de cisnes de cuello negro fueron encontrados en el río Cruces. Fue una embarcación con pasajeros que se dirigía hacia la capital regional, cuyos pasajeros se percataron de los cadáveres y trasladaron a dos de ellos hacia Valdivia, donde le veterinario Daniel Boroscheck comprobó que presentaban heridas, pero no pudo dar un veredicto acerca de los motivos de las muertes.
Hace unas semanas publicamos las acusaciones de Daúno Tótoro, un documentalista de la zona, quien aseguró que CELCO cría cisnes de cuello negro y los va a dejar al río cada 2 semanas. Como los cisnes no tienen nada que comer en este humedal, emigran hacia otras zonas, y la empresa tiene que seguir llevando nuevo ejemplares.
No es difícil imaginar cuál es la relación de una noticia con otra.
Vía biobiochile.cl