El Ayuntamiento de la ciudad canadiense de Toronto votó a inicios de esta semana prohibir la venta y posesión de aletas de tiburón, en una abrumadora votación que fue de 38 sufragios aprobando esta moción y sólo cuatro en contra. Cabe destacar que Toronto tiene una población de 2,5 millones de habitantes, lo que la hace la ciudad más grande de Canadá y de paso el mayor mercado de productos derivados del tiburón en ese país.
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“La acción de Toronto es una gran victoria en la lucha mundial en contra de un comerciode aletas de tiburón ilegales valorados en cientos de millones de dólares”, expresó RobSinclair, director ejecutivo de WildAid Canada, institución que ha estado a la vanguardia de esta campaña durante los últimos cinco meses.
La importancia de esta resolución tomada en Toronto no es menor, porque cada año en el mundo se utilizan cerca de 73 millones de aletas de tiburón para elaborar distintos tipos de preparaciones y productos alimenticios. Además, la forma en que se obtienen estas aletas es sumamente cruel, ya que muchas veces los tiburones son capturados, despojados vivos de sus aletas y luego devueltos al mar para que mueran desangrados. Una clara consecuencia del consumo de aletas de tiburón es que según cifras entregadas por instituciones ecologistas, un tercio de las especies de tiburones en el mundo estarían en peligro de extinción.
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Además, esta medida acordada por el concejo de Toronto frenará lo que pasaba hasta ahora, que como las leyes de América del Norte sólo prohibían la caza de tiburones en sus mares, sí había importación de aletas para luego comercializarlas. Afortunadamente, todo eso ahora se acabará.
Vía: Wildaid