El café conocido como “Kopi Luwak” ha alcanzado hasta los 500 dólares por libra tostada en sus mejores momentos y fácilmente le piden 100 dólares por una taza de esta exótica bebida. Aunque no la he probado nunca, los entendidos explican sus propiedades: acidez suave, notas florales y de naranja exuberantes junto con tonalidades terrosas que sugieren el contacto con hojas en el suelo.
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¿Pero de dónde proviene tanta maravilla?
Del intestino de la civeta de la palma asiática “Paradoxurus hermaphroditus” (gato de Algalia) del sureste asiático. Producto de la acción digestiva del animal, se rompen las proteínas del grano en moléculas más pequeñas, las cuales posteriormente cambian el sabor y aroma del café al ser tostado. Algunas proteínas son eliminadas completamente lo cual hace el café menos amargo.
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Esta especie trepadora de Sumatra acostumbra comer café bien maduro, el cual inicialmente era recolectado por los nativos, lavado y secado para luego ser consumido. Hoy ya es un emprendimiento mayor y más industrializado.
Si bien el Kopi Luwak es el más fino de los cafés, se está intentando igualar su calidad y distinción por sus propiedades organolépticas, bajo el mismo proceso, pero con otros animales.
Todo el café que defecan, lo convierten en el mejor café
Animalcoffee ofrece café de murciélago a razón de 300 dólares el cuarto de libra; en Brasil, un ave parecida al pavo real, conocida como “Pájaro Jacú” el cual crea un café especial después de digerirdo; el muntjac, ciervo o Barking (Muntiacus), es un ciervo del sudeste asiático y una de las especies más antiguas conocidas, que también crea un café con sabor inusual; el Mono de las piedras de Formosa, oriundo de Taiwan e introducido a Japón, produce café con un dulce olor como el de la vainilla y se vende a razón de 56 dólares la libra; en Puno en Perú un lugareño experimentó con sus tres coaties o uchuñares, conocidos por ser grandes conocedores del café, con los cuales este atrevido campesino logró obtener 250 Kg, vendiendo un quintal para Inglaterra en 1,380 dólares.
Mientras sean felices comiendo los más maduros y ricos granos de café, sin afectar su salud y libertad, qué bueno que exista este “mutualismo sibatita”.
Fuente: Animales que comen café (CafeMetilxantin)