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Argentina: El desafío de producir alimentos en tierras secas

Buena parte del territorio argentino son tierras secas, lo que levanta la pregunta sobre cómo lo hará este país para proyectarse como productor mundial de alimentos

Buena parte del territorio argentino son tierras secas, lo que levanta la pregunta sobre cómo lo hace Argentina para proyectarse como productor mundial de alimentos.

Esta pregunta es la que intentaran responder los científicos que trabajaran en el Observatorio Nacional de la Degradación  de las Tierras y Desertificación. Para la ingeniera agrónoma Patricia Maccagno, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), “la idea es prevenir, controlar y mitigar la desertificación”.

Los ecosistemas de tierras áridas, semiáridas y subhúmedas secas son vulnerables y sin un manejo efectivo, iniciaran un proceso de degradación que puede llevarlas a la desertificación, en el cual pierden su capacidad reproductiva. En el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) “Pobreza, desertificación y degradación de tierras”, se afirma que el 25% de la superficie de la región es tierra seca, donde la mayoría ya está degradada.

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En Argentina, el debilitamiento del terreno es mucho mayor de lo que se dice y la realidad es que el deterioro se encuentra invisibilizado. Se estima que el 75% de la superficie de la Pampa Húmeda es tierra seca y que el 40% de esa zona ya presenta síntomas de desertificación.

De acuerdo a los expertos, esos terrenos no son necesariamente infértiles o se encuentran deshabitados, sino que el 44% de los ecosistemas cultivados en el mundo se ubican en ese tipo de superficie, lo que hace imprescindible manejarlos de forma sustentable.

El grupo de trabajo que evaluará los niveles de degradación estará coordinado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y por otros organismos técnicos, como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Para María Laura Corso, asesora técnica de la Dirección de Conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación de la Secretaría, el observatorio surge a continuación de un proyecto internacional que culminó en 2011, refiriéndose así a la Evaluación de la Degradación de Tierras en Zonas Áridas (LADA, por sus siglas en inglés) realizado entre 2007 y 2011 en Argentina, China, Cuba, Senegal, Sudáfrica y Túnez.

El proyecto LADA, según lo solicitó la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la Desertificación (que exige este tipo de estudios y monitoreos), fue financiado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), entre otros organismos.

De acuerdo a Corso, esta experiencia sirvió para validar una metodología que permitirá evaluar la degradación de la tierra y realizar diagnósticos que cuenten con la participación de expertos y las comunidades locales.

El Observatorio Nacional de la Degradación  de las Tierras y Desertificación realizará un trabajo en red con distintas organizaciones científicas, técnicas y comunitarias, señaló Maccagno y agregó: “Esto va a permitir una mejor toma de decisiones sobre las áreas”.

El proyecto LADA concluyó con un informe global y otros locales (según cada país). En el caso de Argentina, el informe fue publicado a finales de 2011 y se llama Evaluación de la Desertificación en Argentina: Resultados del Proyecto LADA/FAO. En el reporte se indica que, como una forma de mantener o incluso mejorar su posición de exportador mundial de alimentos, el país debe hacer uso de sus capacidades técnicas y diseñar modos de manejo sustentable en las tierras secas.

Debido al uso intensivo de las tierras que se extienden al noroeste y centro oeste argentino, alcanzando toda la región sur, éstas han entrado en una espiral de degradación que sólo conducirá a la desertificación y perdida de bienes y beneficios.

Tan sólo en la Patagonia, el 84% del territorio está sometido a procesos de desertificación, señala el informe. Cuando ya se alcanza el estado desértico, resulta muy caro y casi imposible volver a un suelo productivo.

LADA permitió ver que el 50% de la producción agrícola y el 47% de la ganadería provienen de tierras secas, donde además vive el 30% de la población total del país (40 millones).

El informe concluye: “La situación de degradación de esas tierras en Argentina es grave y exige medidas urgentes para lograr su recuperación y mejorar la calidad de vida de las poblaciones que allí viven y trabajan”.

Enlaces de interés:

Argentina will launch its National Observatory on Desertification

INFORME FINAL EVALUACION ARGENTINA PROYECTO LADA

PROGRAMA DE ACCION NACIONAL DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACION (DOCUMENTO DE BASE)

Fuente: El reto de producir alimentos en tierras secas (IPS)

 

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