Hace 13 años los científicos de la Universidad de Guelph, en Toronto, crearon el primer cerdo modificado genéticamente, el cual fue bautizado como envirocerdo (enviropigs). Con este “exitoso” experimento, la industria de la carne comenzó a frotarse las manos, con lo que sería el negocio del nuevo milenio. Sin embargo, las cosas no se dieron como algunos lo planearon.
Hoy, tras ocho generaciones de envirocerdos, la Asociación de Granjeros canadienses decidió terminar con el proyecto y cancelaron todos los fondos que se destinaban a la universidad para las investigaciones. Según informaron, era imposible hacer de los cerdos genéticamente modificados un negocio rentable, esto pues, es muy difícil conseguir los permisos y patentes para llevar este producto al mercado.
Lógicamente, la opinión pública y científica pusieron muchas críticas de alerta, al no conocerse a ciencia cierta los posibles efectos negativos que podría tener el consumo de carne modificada a largo plazo. Es por esto que ni la Food and Drug Administration de EE.UU, ni la Salud de Canadá dieron el visto bueno para comercializar el envirocerdo.
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Los 16 cerditos que estaban en experimento tendrán que ser sacrificados con eutanasia, a no ser que la universidad consiga nuevos fondos para continuar con los estudios.
Fuente: Enviropig, the Genetically Engineered Eco-Friendly Pork, Is Off the Table( Popsci)