Los intentos por recrear el dulce olor de los desechos de las ballenas

El ámbar gris es una sustancia rara y muy apreciada por la industria del perfume. Ahora un equipo de investigadores espera poder diseñar bacterias que produzcan la codiciada fragancia.

Oler, según el New York Times en 1895, “como la mezcla de heno recién cortado, una fragancia a madera húmeda de un bosquecillo de helechos con una pequeña gota de violeta” era el encanto aromático del ámbar gris. En Medio Oriente se le considera un afrodisiaco, en China una delicadeza culinaria. El rey Carlos II decía que le gustaba probarlo mezclado con huevos. En todo el mundo se lo considera una sustancia rara y preciosa, una medicina y, por sobre todo, un componente de los perfumes de almizcle.

Es por eso que uno nunca piensa en que todo comenzó con excrementos de ballena, y oliendo como eso también. Como Herman Melville dijo en ese compendio sobre cetáceos que es Moby Dick, “bellas damas y caballeros se deben agasajar a sí mismos con una esencia que se encuentra en los intestinos sin gloria de una ballena enferma”.

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Pero cubos de bacterias genéticamente modificadas podrían producir el anhelado químico aromático si la investigación de los bioquímicos de la compañía suiza de fragancias y aromas Firmenich llega a buen término. Sus resultados son otra demostración de que los productos químicos complejos y raros, incluyendo drogas y combustibles, pueden ser producidos por sofisticados métodos de ingeniería genética que transforman a las bacterias en plantas de fabricación microscópicas.

Producto de las partes no digeribles de los calamares consumidos por los cachalotes, y que con frecuencia se libera sólo cuando la ballena muere por una obstrucción intestinal y es desmembrada por los basureros del mar, el ámbar gris madura mientras flota en una salmuera de estiércol con aspecto de alquitrán, hasta convertirse en una sustancia densa, de color gris y con textura suave y cerosa. Yo no sé si alguno ha estado presente cuando en el campo limpian las guatitas, pero me imagino un olor más o menos parecido.

Debido a que el ámbar gris necesita de este período de maduración al aire libre, no es posible obtenerlo de los cachalotes vivos, incluso en aquella época en que su caza estaba permitida. A veces se encontraba en los cadáveres de las ballenas, pero la mayoría de sus hallazgo son algo fortuito. Grandes trozos de ámbar gris se pueden vender por varios miles de dólares.

La industria de la perfumería acepta desde hace tiempo que no se puede confiar en un recurso tan escaso y esporádico y busca alternativas de aroma similar al ámbar gris. Uno de los compuestos más exitosos pertenece a la compañía Ambrox y es fruto del diseño de los químicos de Firmenich en la década de 1950.

Fuente: Recreating the sweet smell of whale poo (BBC)