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Una casa en un árbol: Seis consejos para su construcción

Una de las cosas que más felices nos hace, es el contacto con la naturaleza. Una guarida en un árbol nos conecta con la infancia y con esas primeras emociones de bienestar.

Como Gonzaliana ( groupi del líder de Los Prisioneros, Jorge González) que soy, debo admitir que “La casa en un árbol” fue una canción que me marcó profundamente.

Cuando era pequeña vivía en una villa militar, en un block expropiado por la hueste furibunda a los trabajadores de la Unidad Popular en los setenta. Sí, estaba cargado cada uno de los departamentos con una tensión agria y fantasmal. Es por eso que cada tarde iba al peladero que quedaba detrás del desvencijado pabellón, a subirme al único árbol y pasaba tardes enteras clavándole tablas en su base. Luego de varios días martillando desconsideradamente, logré algo parecido a una rancha, la que me sirvió para sentarme durante las tardes a comer guindas y mirar gatos en primera fila. Leí mis primeros libros e incluso con otros amigos del bock, hicimos merengue en la altura el que mezclamos con frutas en una bacanal de dulzor.

La casa en un árbol puede ser uno de los pasatiempos más significativos en la vida de una persona. Es por eso que para no dañar al árbol y conseguir el efecto deseado hay varias cosas que se deben tener en consideración. Pon atención:

Recomendados

  1. En primer lugar verificar si el terreno es de alguien que pueda oponerse, ya sea de propiedad privada o pública.
  2. Que el árbol esté crecido, de ramas fuertes y suficientemente grande
  3. No construir en mucha altura ni en la bifurcación de las ramas más débiles
  4. Elije madera que pueda dar un buen atornillado
  5. Prefiere las formas triangulares
  6. No pretendas la construcción de una mansión, aunque tu fantasía te lleve a querer replicar la casa del árbol más alta del mundo o la magnificencia de las construcciones sustentables de Huilo-Huilo .

Y bueno, si no lo logras, siempre tendrás esta genialísima alternativa: La tienda de campaña que se cuelga entre dos árboles como si fuera una hamaca gigante. ¿Vez? No tienes excusa para disfrutar de tu casa en un árbol.

Link: La gloriosa empatía de los niños y la naturaleza en este corto-documental de la holandesa Elsbeth Van Noppen

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