Tecnicismo legal podría dejar sin efecto el impuesto al refresco

El impuesto al refresco, propuesto por el Gobierno Federal en la reciente Reforma Fiscal, ha abierto un debate interesante. Mientras asociaciones civiles se muestran a favor —por el bienestar de nuestros niños— existen otros grupos que lo ven como una amenaza a la clase baja; en especial para aquellos que se mantienen activos sólo a base de una coca y tortillas. Pero, señores, estamos pasando algo por alto.

¿Se va a gravar un peso por litro en bebidas azucaradas o bebidas endulzadas? Como bien lo observa la cooperativa Pascual, existe una clara diferencia entre estos dos conceptos que puede ser una trampa, un tecnicismo en la propuesta de reforma. Algo que, por supuesto, se debe aclarar antes de que sea votada y aceptada la ley.

Para los fabricantes de Boing, el impuesto a bebidas azucaradas implica una trampa que sólo perjudicaría a su producto. ¿Cómo? Muy fácil. Conforme ha pasado el tiempo, la industria refresquera ha cambiado el uso de azúcar para sustituirlo por jarabe de alta fructosa. Esto quiere decir que en lugar de ser una bebida azucarada (claramente refiriéndose al azúcar estándar), se convierte en una bebida endulzada. Así es, ¡cuidado con las palabras que se utilizan!

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En caso que, por ley, quede registrado como bebida endulzada, en ese entonces sí podría aplicar a todas las bebidas algún endulzante, sea el que sea. La ley sería pareja con todas las bebidas suaves saborizadas; algo más justo.

Por el contrario a otras grandes firmas de refrescos, Pascual tiene una producción más responsable. Esto es que sus productos contienen pulpa de fruta y, además, son los únicos que todavía usan azúcar estándar.

‘‘Pascual es la única empresa mexicana vinculada al campo que orgullosamente utiliza azúcar y frutas del país y si el nuevo impuesto es para bebidas ‘azucaradas’ en lugar de bebidas ‘endulzadas’, los más perjudicados vamos a ser nosotros’’, Salvador Torres, asociado de la cooperativa y actual presidente del Consejo Superior del Cooperativismo (Consucoop).

Entonces, en la ley se indicará ¿bebidas azucaradas o bebidas endulzadas? Parece que nos referimos a lo mismo, pero en realidad no es así. ¿Será que saquen a los pequeños productores de la jugada?

Al final, querido Gobierno, si quieres combatir el sobrepeso y la obesidad en el país, mejor refuérzalo por medio de la educación, inculcando nuevos hábitos y por medio de la prevención. Vamos, no sean flojitos.

Fuente: La Jornada

Foto: Felix E. Guerrero (Flickr) (cc) by-sa