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El vino mexicano está en peligro

Un reglamento que permite desarrollos inmobiliarios pone en peligro la región vitivinícola más importante en Baja California, México.

Desde hace algunos meses el riesgo era latente. La zona de Valle de Guadalupe, en el municipio de Ensenada, Baja California se ha caracterizado por ser una zona mayormente agrícola y en dónde se encuentra un significante número de productores de vino, pero pronto podría dejar de serlo.

Esto a raíz del anuncio del alcalde del municipio Enrique Pelayo Torres, se modificarían algunos instrumentos legales para permitir que en la zona de Valle de Guadalupe se realicen otras actividades económicas en la región. Entre ellos, el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícola de la Zona Norte del Municipio de Ensenada, publicado desde 2010. Estos cambios se dan dentro de los últimos días de gestión del actual alcalde y dentro de supuestos actos de corrupción.

Entre las propuestas más importantes, se cambiaría el uso de suelo agrícola para permitir tanto el “habitacional turístico campestre” como “de recreación”. Según autoridades municipales, este cambio permitiría “la combinación de actividades productivas con espacios para la vivienda y la recreación, buscando consolidar el potencial turístico y productivo del Valle, además de conducir a la población residente a su participación en la dinámica de desarrollo económico de la región”.

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Aunque la modificación del programa no se ha realizado, la noche del jueves 7 de noviembre el Cabildo del municipio realizó una sesión extraordinaria, sin que fueran públicos los temas a tratar, como debería serlo. Lo que se aprobó fue el Reglamento de Zonificación y Usos de Suelo para el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de Los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada.

De acuerdo al abogado y vinicultor Jaime Palafox Granados, este reglamento es un cambio de uso de suelo disfrazado y totalmente ilegal, debido a que:

  1. Aumentó el número de viviendas y hoteles que se permiten construir en determinada superficie. 
  2. No se consultó a las comunidades originarias.
  3. Se eliminó la participación de residentes, grupos de productores y de otras autoridades encargadas de la planeación urbana y territorial.
  4. Se eliminó la facultad de apoyar en la vigilancia del cumplimiento de los usos de suelo.

Y es que esta práctica de los municipios de tomar decisiones de forma opaca e ilegal se ha vuelto común en México. Aunque los municipios tienen facultades para regular la forma en que los suelos pueden ser usados, han buscado otras formas de cambiar estos usos sin seguir los procedimientos establecidos en las leyes, como someter estas decisiones a consulta pública, realizar estudios, etc.

La planeación urbana debe de ir de la mano de las políticas ambientales. En este caso y al aprobar un reglamento que sólo se enfoca en otras actividades económicas, no se está analizando cuáles podrían ser sus efectos económicos, sociales y ambientales en la vida de los residentes de la zona y en las actividades vitivinícolas. Sobre todo porque con estos cambios la construcción de vivienda y hoteles podrían significar el aumento de construcciones masivas en 70% de la región.

Tras este cambio, el domingo cientos de personas salieron a las calles a manifestar su descontento con la determinación de la Alcaldía de Ensenada. La caravana dio inicio a las 10 de la mañana en el Palacio Municipal y se dirigió a Valle de Guadalupe, en dónde residentes de la región y vinicultores anunciaron que ésta es apenas una de las primeras acciones a tomar en contra del reglamento. En Twitter, se pueden seguir estas acciones en el hashtag #SiAlVinoMexicano.

Fuente: Alcalde priista de Ensenada cambia uso de suelo en la región del vino; huele a corrupción: productores (Sin Embargo) y Ruta del vino en Baja California, en peligro por desarrollos inmobiliarios (Animal Político)

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