Sabemos la importancia que tienen las abejas en el mundo. Según grandes como Eistein “Si las abejas comenzaran a desaparecer, a la humanidad le quedarían pocos años de vida”. Y no es mentira, pues la biodiversidad depende de los polinizadores que han estado desapareciendo ante la llegada de poderosos herbicidas que privilegian el monocultivo.
La recuperación de las abejas es urgente, y bien lo saben quienes se han dedicado a esta tarea. Se trata de la ONG Plan Bee que busca repoblar Santiago de abejas, pero con la ayuda de la acción consciente de cada persona o cada vecino que sepa que hay una colmena cerca. Es responsabilidad de todos que sobrevivan las abejas, por eso si quieres contribuir, pues ir hasta su página y ofrecerte de voluntario.
Para tener una colmena de preservación, es necesario que se prepare el entorno con plantas, agua limpia y no haya presencia de tóxicos o químicos en el ambiente. Bajo estas condiciones, las abejas podrán sobrevivir y hacer su trabajo de polinización sin problemas.
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Junto con la instalación, se les explica a todos aquellos quienes convivirán con las abejas la importante labor que cumplen en la mantención de vida en nuestro planeta, se les da una charla a los niños, adultos y se invita a los vecinos a cuidar a las abejas plantando flores y frutos en sus casas.
Tamara Ortiz, vocera de Plan Bee aclara que “si queremos ver ciudades más verdes necesitamos generar conciencia de la importancia de nuestras acciones. Si todos plantáramos y cuidáramos a todos los insectos, en poco tiempo podríamos ver Santiago revitalizado y una especie que hoy está en peligro de extinción, en crecimiento gradual a nivel nacional”.
Las acciones emprendidas para recuperar las abejas de Plan Bee
La ONG Plan Bee analizó cerca de 60.000 colmenas en el norte de Chile para determinar las causas por las que las abejas están muriendo en nuestro país. Se hizo un trabajo de terreno e investigación que nos certifica como referente único de la problemática medioambiental que está matando a las abejas y extinguiendo a la biodiversidad nacional.
Han trabajado con más de 1.300 niños de escuelas municipales, enseñándoles la importancia de la polinización y de las abejas en el sostén de la vida. Se implementaron huertos urbanos con alimento y medicina en familias vulnerables de la comuna de Colina y se instalaron las primeras colmenas urbanas en la Capital para contribuir a la biodiversidad en algunos puntos estratégicos de Santiago.
Además, dieron trabajo a artesanos de Quinta Normal con la construcción de los refugios urbanos que ayudan a las abejas que andan perdidas en la ciudad a recuperar fuerzas para seguir su vuelo de regreso a la colmena.