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México buscará prohibir el uso de animales en los circos a nivel federal

Un diputado del PVEM presenta una iniciativa de ley que busca prohibir el uso de animales en circos y espectáculos en todo México.

El diputado federal por el Partido Verde Ecologista de México, Arturo Escobar, presentará ante la cámara una iniciativa de ley que prohíba el uso de animales en espectáculos circenses que se extienda a todo el país y la comparte a través de la organización Change.org.

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Varios estados de la república ya se han sumado a la lucha mediante leyes locales que prohíben los circos fijos o itinerantes que dentro de su espectáculo realicen actos con animales silvestres. Esta iniciativa tiene como fin un México sin espectáculos animales.

Las razones para prohibir los circos o espectáculos con animales son tantas que sobran las explicaciones y argumentos para defender una ley contra el maltrato animal. Quizá los cirqueros no entiendan esto porque es su negocio y legislar en contra de él significaría, si bien no la ruina, por lo menos un esfuerzo mayor del que están acostumbrados a hacer porque su trabajo es hacer trabajar a los animales.

Al parecer los circos comenzaron a utilizar animales en el año de 1767, en esa época su inclusión era visto como algo moderno al igual que sus instalaciones. Muchos de nosotros fuimos al circo de la mano de nuestros padres y aprendimos a disfrutar de los actos animales sin cuestionarnos cómo ni cuánto tiempo les tomó aprenderlo.

Quizá pasaron años sin que entendiéramos la tristeza que hay detrás del impresionante espectáculo de circo. Hoy las cosas son muy diferentes, como sociedad somos más conscientes y sensibles al dolor animal, hoy nos sentimos parte del cambio, capaces de respetar cualquier forma de vida y de aceptar que no somos los dueños sino compañeros del mismo Planeta.

Como dije, las razones son infinitas, aquí reúno algunas de tantas:

  1. Los trucos que ejecutan los animales sólo son posibles después de horas de entrenamiento, cuyos métodos desconocemos pero no es una sorpresa que sean indignantes y abusivos.
  2. Es claro que los ejercicios son incómodos para ellos pues su anatomía no está diseñada para sostenerse en una pata, cruzar aros con fuego, lanzar pelotas. La práctica y repetición de los mismos genera padecimientos físicos.
  3. El animal es blanco de una serie de agresiones para que “entienda” la orden que su adiestrador le está indicando.
  4. Las necesidades alimenticias de los animales silvestres en cautiverio y además con un itinerario que cumplir, resultan imposibles de satisfacer. La alimentación en su hábitat natural cambia respecto a la época del año y ciclo reproductivo. A menudo los animales terminan siendo mal alimentados con insumos baratos que carecen de los nutrientes esenciales derivando desnutrición e incluso fractura de huesos.
  5. Un animal en cautiverio, como lo haría cualquier humano, tiende a enloquecer. Es común observar signos de estrés y enfermedades mentales. Caminar de un lado a otro, automutilarse, morder barrotes y golpearse la cabeza son algunos síntomas de desórdenes psicológicos.
  6. Las condiciones de transporte de los animales entre ciudades no son mejores. Las jaulas son muy pequeñas y con poca ventilación. Por lo general viajan atados con cadenas que les impide moverse durante horas. El cuidado y alimentación ante la premura del tiempo la hace complicada y deficiente.
  7. Es muy difícil saber el estado de salud de las especies silvestres, si es que el circo cuenta con un veterinario, el conocimiento sobre su cuidado por lo regular no es el adecuado y desafortunadamente conocen la gravedad del asunto hasta que el animal ya está muy enfermo.
  8. Las consecuencias del cautiverio de los animales ha cobrado grandes consecuencias que pueden ser peligrosas para nosotros. Animales que han escapado por la frustración y estrés que les provoca el aislamiento pueden ser muy peligrosos corriendo por la ciudad.

Con una ley que prohíba el uso de animales en los circos no sólo ayuda a la lucha contra el maltrato animal, también se puede frenar el tráfico ilegal de especies que tanto afecta a las poblaciones amenazadas. Los circos tienen más opciones que los animales para sus actos.

En países donde se ha prohibido su uso, la derrama económica ha aumentado, esto significa que los cirqueros deben echar a andar su creatividad e incursionar en nuevas formas de entretenimiento que no represente afectar la vida animal.

Los circos no son considerados Unidades de Manejo Ambiental (UMA), son Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS) sin que ésta se desarrolle con fines reproductivos, de conservación o reintroducción de especies. Su regulación por tanto no es tan estricta como las de una UMA.

Esta reforma a la ley no se limita sólo a los circos, también se abre a exhibiciones de fauna silvestre viva, espectáculos y ferias ya sean fijas o itinerantes. La lucha no terminará hasta que no exista en México un solo circo o espectáculo que lucre con el maltrato animal, es nuestro deber propiciar las condiciones para que la vida se desarrolle con armonía y respeto.

Puedes firmar la petición Iniciativa “Circos sin Animales” en el sitio de Change.org y ser parte del cambio que estamos a punto de ver en nuestro país.

Fuente: Iniciativa “Circo sin Animales” (Change.org)

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