En 2012 el esfuerzo de diferentes organizaciones ambientalistas logró detener con éxito el desarrollo inmobiliario Cabo Cortés; un monstruoso proyecto turístico que ponía en peligro la integridad de Cabo Pulmo, una de las más grandes reservas biológicas en México.
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Las peticiones y razones presentadas por estas organizaciones no impidieron que el dinero ni el poder hiciera de las suyas. A dos años de este logro se anunció la construcción del proyecto Cabo Dorado (antes Cabo Cortés) en la misma zona, por empresas de capital chino y estadounidense que invertirán $3.600 millones de dólares.
Argumentando que cumple la normatividad, buenas prácticas y estándares nacionales e internacionales, el proyecto incluye la construcción de 8 hoteles con residencias multifamiliares, lo que triplica el número de habitaciones hoteleras en Los Cabos. También se construirán dos campos de golf y un ducto de 14 kilómetros.
Esto suena como un enorme proyecto y lo es, pero tiene una densidad 30% menor al proyecto original. Los responsables han afirmado que no se construirá la marina que se tenía planeado, ni infraestructura que dañe el equilibro ecológico del mar, ni habrá descarga de aguas residuales ya que el agua se reutilizará.
La idea parece sensata pero, aunque no se construya la marina, una densidad de 60.000 personas para los 4,5 millones de metros cúbicos del acuífero de Santiago que se concesionaron para el proyecto, es difícil que no haya un impacto en la naturaleza; la sobreexplotación del manto acuífero es imposible de esconder a esta escala.
Cabo Pulmo se declaró área natural protegida en 1995 y diez años después, la UNESCO lo nombró Patrimonio Natural de la Humanidad. En él habitan 26 especies en riesgo, 10 de ellas cetáceas endémicas. Hay otras tres en peligro de extinción: las tortugas caguama y golfina y el halcón peregrino. En la reserva marina están en peligro 226 de las 875 especies existententes en todo el Golfo de California, aparte de ser el arrecife mejor conservado del Pacífico.
Las organizaciones ambientalistas temen por la escasez de agua potable y el impacto que este desarrollo tendrá en la reserva de Cabo Pulmo, se ha solicitado una consulta pública para evaluar el impacto ambiental y que cualquier sospecha quede aclarada.
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Me parece absurdo que habiendo tanta belleza natural se empeñen en construir dos campos de golf, en vez de voltear a ver la magia del lugar y desarrollar al menos un proyecto ecoturístico que ayude a su conservación, en vez de tratar de esconder su inminente destrucción.
Fuente: México: reactivan proyecto turístico por US$3.600M (América Economía)
