Desde la semana pasada y hasta 2018, tenemos un nuevo Programa Nacional Hídrico 2014-2018 (PNH) en México. Es decir, a partir del miércoles pasado – día en que se entró en , las autoridades de la Administración Pública Federal tendrán que planear y tomar decisiones relativas al recurso hídrico con base en éste.
¿Cuál es el objetivo principal del Programa? Lograr la seguridad y la sustentabilidad hídrica en el país.
Por un lado, se debe buscar que se cumplan las obligaciones relativas al derecho al agua – reconocido en la Constitución Mexicana desde febrero de 2012 – estableciendo la base para las políticas públicas tendientes a garantizar que el agua sea un recurso suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para todas las personas.
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Por el otro, se debe lograr que el uso y aprovechamiento del agua sea sustentable, y que otras políticas, proyectos y actividades no la pongan en peligro.
Son dos los pilares que sustentan este nuevo PNH: una reforma integral y la modernización del sector agua. Por reforma integral debemos entender que la política sobre el agua no debe considerarse de forma aislada, sino tomando en cuenta su relación con el medio ambiente, y biodiversidad, el ordenamiento territorial, la agricultura, la energía y el desarrollo económico. Además las reformas deben ser en el ámbito de las leyes, las instituciones, los recursos financieros, y de planeación y gestión del recurso. Con ello se busca establecer un plan a largo plazo.
El agua no es sólo considerada como un recurso natural que es necesario para la vida en el planeta, sino que es vista como un bien escaso, estratégico y fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo social.
El PNH cuenta con los siguientes capítulos:
I. Diagnóstico. En este capítulo se explica la situación actual del recurso hídrico en México, desde su disponibilidad, su gestión y manejo hasta ahora, y las problemáticas actuales como contaminación, sobreexplotación y exceso de concesiones para el aprovechamiento del agua, así como la falta de acceso a agua potable y saneamiento de algunos sectores de la población.
II. Alineación a las metas nacionales. Debido a que todos los programas y políticas deben ser congruentes con el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, en este capítulo se justifican sus lineamientos y que sean acorde a aquel, así como con otros programas sectoriales como el de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el de Desarrollo Social.
Este Programa es bastante ambicioso y contiene varios objetivos específicos, junto con las estrategias y líneas de acción para alcanzarlos. Entre ellos encontramos:
- El fortalecimiento de la gestión integrada y sustentable del agua, para ordenar el uso del agua en cuencas y acuíferos. Para ello se necesitan tomar acciones como ordenar los usos del agua, realizar acciones para recargar el acuífero, reutilizar todas las aguas residuales tratadas, establecer reservas de aguas nacionales superficiales para la protección ecológica, mejorar la calidad del agua en los acuíferos, entre otras.
- Incrementar la seguridad hídrica ante sequías e inundaciones, para reducir la vulnerabilidad de asentamientos humanos por efecto de fenómenos hidrometeorológicos extremos, mediante acciones de mitigación y adaptación.
- Fortalecer el abastecimiento de agua y el acceso a los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento, incrementando la cobertura de estos servicios, mejorando la calidad del agua y la infraestructura para su distribución, así como la ampliación y mejoramiento del uso de fuentes de agua alternativas como la desalinización y cosecha de lluvia.
- Incrementar las capacidades técnicas, científicas y tecnológicas del sector, para desarrollar el interés y conocimiento y se tomen decisiones informadas y responsables en la materia, reforzando la educación y cultura del agua.
- Asegurar el agua para el riego agrícola, energía, industria, turismo y otras actividades económicas y financieras de manera sustentable, para asegurar que estos sectores puedan aprovechar el recurso de forma sustentable y alentando a que lo hagan en las zonas dónde hay disponibilidad de agua.
IV. Indicadores. Finalmente, para medir el cumplimiento de los objetivos del PNH, se establecieron 8 indicadores a los que la Comisión Nacional del Agua dará seguimiento.
Con este Programa se hace evidente que es necesario tomar acciones para mejorar la forma en la que el agua está siendo utilizada. Muchos de los objetivos planteados parecen ser alcanzables si las autoridades se toman en serio sus obligaciones y buscan coordinarse para que las soluciones a los problemas sean integrales y efectivas.
Aunque una buena parte de lo que se necesita hacer proviene de acciones gubernamentales, como cambios en las leyes y en la administración del recurso, también es importante que valoremos este recurso y seamos responsables de cuidarlo. Porque como decía Jacques Cousteau “el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo.”