Luis Barragán, único arquitecto mexicano en ganar un Premio Pritzker, decía que “el jardín invita a colaborar con el reino vegetal. Un jardín bello es presencia permanente de la naturaleza, pero la naturaleza reducida a proporción humana y puesta al servicio del hombre, y es el más eficaz refugio contra la agresividad del mundo contemporáneo”.
En Stavelot, Bélgica se encuentra esta construcción hecha en 2008 por un despacho belga llamado Artau Architecture. Está construida en un terreno de 200 metros cuadrados y tuvo un costo de 375.000 euros.
Aunque un poco costosa, esta edificación demuestra que es posible construir casas amigables con el medio ambiente incluyendo pequeñas acciones; no es necesario tener una acreditación LEED.
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Debido a su amplitud, la casa Van de Vecken recibe toda la luz natural necesaria. Los muros y cubiertas tienen un aislamiento que llega a los 50 centímetros en sus cubiertas; todo esto reduce al máximo el consumo de energía y la necesidad de calefacción artificial.
Además la fachada tiene un revestimiento vertical de madera de abeto y los ventanales son de triple acristalamiento.
El piso es de madera aglomerada tratada y la orientación de la casa permite el aprovechamiento de los recursos naturales.
El sistema hidrosanitario también es sustentable, pues está controlado por paneles solares térmicos y la instalación de paneles fotovoltaicos permiten alcanzar un consumo energético cero.
Sin dejar atrás, claro, la vista increíble del proyecto. ¿Qué opinas, te gusta?