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¿Quién es la mexicana sobreviviente a la tragedia de Seúl? Reveló que tiene graves secuelas

Se reporta que dos mexicanas resultaron con heridas leves ante la estampida donde fallecieron más de 150 personas.

¿Quiénes son las mexicanas que sobrevivieron a la estampida en Seúl, Corea?
¿Quiénes son las mexicanas que sobrevivieron a la estampida en Seúl, Corea? Foto de Pavel Danilyuk para Pexels y TikTok

154 muertos y 149 heridos es el saldo que dejó una acumulación excesiva de personas en un callejón en la zona de entretenimiendo de Itaewon, en Seúl, razón por la cual, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, anunció un período de luto nacional.

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Entre las víctimas se encuentra el actor y cantante coreano Lee Ji Han, quien participó en la segunda temporada de ‘Produce 101′ y quien perdió la vida a la edad de 24 años, la noche del 29 de octubre, en medio de las celebraciones de Halloween en aquel país asiático.

¿Quiénes son las mexicanas que sobrevivieron a la estampida en Seúl?

De acuerdo con la Embajada de México en Corea, se registran 26 personas extranjeras en la tragedia de Itaewon, de las cuales ninguna es mexicanas. Sin embargo, de manea oficial el Embajador de México en Corea, Bruno Figueroa aseguró que se ha tenido contacto con dos mexicanas con heridas leves.

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Juliana llegó al país oriental apenas en el mes de agosto, donde se encuentra de intercambio, ya que cursa la carrera de medicina en la Universidad Católica de Bucheon y el último momento feliz que recuerda antes de la tragedia es que se tomó una foto con una compañera mexicana, Carolina Cano, de 21 años, al rededor de las 10:08 pm.

“Caminamos unos metros, doblamos a la izquierda y en el callejón ocurrió todo. Yo estaba en la parte de arriba de la pendiente. Y todos empezamos a caer hacia abajo. Nos empezaron a empujar, a empujar, a empujar y no paraban”, aseguró la mujer de 23 años.

También reveló que las personas buscaron llegar a la avenida principal del barrio, Itaewon, mediante la angosta calle pero hubo un punto en donde los empujones se hicieron más agresivos desde perder de vista a su compañera y hasta el punto de en el aplastaron su tórax y se le dificultaba respirar.

“Me di cuenta que la única manera de poder seguir respirando era por la boca. Estuve haciendo respiraciones muy cortas y rápidas por la boca”, rememora la estudiante en su recuento a la agencia EFE.

Una vez que levantaron al joven inconsciente que estaba aplastándola, pudo respirar mejor y un joven coreano, que no era de los equipos de rescate, empezó a tirar de ella para sacarla. Sin embargo, el mayor problema al que se enfrentó es que perdió movilidad en sus piernas, ya que estaban atoradas por los cuerpos apilados y no podía levantarse ante la falta de circulación.

“Cuando me liberaron miré el celular y eran las 10:58 de la noche. Quiero suponer que estuve ahí atrapada entre 30 y 40 minutos”, aseguró. “No encontraba a mi amiga, me quedé una hora esperando a ver si encontraba... su cuerpo”.

Juliana encontró a su compatriota y pudieron salir con vida afortunadamente de ese incidente. Pasaron la noche en casa de un amigo en Itaewon y fueron al hospital al día siguiente.

“Nos abrazamos y lloramos mucho cuando nos vimos, porque realmente pensamos que el otro estaba muerto”, dijo Velandia. “Es un milagro que estemos vivos, de verdad”, aseguró mediante una entrevista vía telefónica.

¿Qué secuelas dejó la estampida en Juliana Velandia Santaella?

Minutos de tensión vivió Juliana Velandia Santaella, una joven de 23 años sobreviviente de la estampida humana que se suscitó en un callejón en la capital surcoreana, pues creyó que moriría.

La originaria de Mexicali pudo alcanzar a salir y, pese a que quedó paralizada a consecuencia de las personas apiladas en el suelo, pudo lograr a respirar por momentos a través de la boca, esto debido a que sus pulmones quedaron oprimidos entre la multitud.

Tras estos hechos, la joven fue diagnosticada con rabdomiólisis, una condición que se origina a partir de la falta de oxígeno a los músculos (y pudo originarse por el aplastamiento) y conlleva a la descomposición del tejido que pasa al torrente sanguíneo, lo cual, puede llegar a dañar los riñones y dejar otras posibles secuelas en las personas.

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