Al parecer las compañías automotoras parecen estar enfocándose en un nuevo público: los ecologistas. Así como Toyota deicidió invertir en una planta de autos eléctricos, Fiat no quiere quedarse atrás, por lo que está desarrollando una estrategia para potenciar su línea de vehículos “verdes”.
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La idea de la marca italiana es desarrollar motores más eficientes, buscar nuevas fuentes de energías, aprovechar los recursos naturales de los distintos países y construir modelos usando con recursos renovables.
Respecto a este último punto, en el salón del automóvil de Sao Paulo el 2008, presentó un buggy fabricado a base de curauá, una fruta parecida a la piña, y que además fue equipado con un motor eléctrico. Pero no se quedaron sólo ahí, sino que también experimentaron con prototipos hechos a base de coco y caña de azúcar y por si fuera poco se jactaron de tener el único modelo en el mundo capaz de funcionar con 4 tipos de combustibles: bencina, alcohol, la mezcla de los dos y gas natural.