Según el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (el ICOG) de España, la más importante institución de geología de la península, el terremoto que esta noche afectó la costa de Japón liberó una energía equivalente a 200 millones de toneladas de dinamita. Por suerte, el epicentro fue a 10 kilómetros de profundidad y a 130 kilómetros de la costa nipona; si hubiera estado cerca de algún lugar poblado, las consecuencias habrían sido nefastas.
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Aunque las el número de víctimas ha subido a unas trescientas durante el día, la agencia nipona Kyodo comunicó que se estiman 88mil desaparecidos, número coherente con el caótico estado actual del país, donde las redes de telefonía están cortadas, los caminos y carreteras intransitables y cientos de kilómetros esperando aun que se retiren las aguas.
Al menos 90 mil hogares se encuentran sin electricidad en la capital Tokio, y un número indeterminado en las provincias al norte de la metrópoli. Japón es uno de los países más telúricos del mundo, y en él se concentran el 20% de los sismos de más 6 grados Richter. El principal motivo de su condición telúrica, es que está ubicado muy cerca de la Falla de Japón, como se conoce el lugar donde se juntan las placas del Pacífico y la Japonesa, sobre el llamado Círculo de Fuego del Pacífico.
Mientras los países americanos de Chile a Estados Unidos esperan la llegada de la ola, ésta pasó sin causar estragos por Hawái y por las Filipinas, donde las autoridades evacuaron a los habitantes costeros antes de la llevada del maremoto. A las costas de Chile se espera que llegue cerca de la medianoche.