Holanda es un país frecuentemente caracterizado por el uso urbano de bicicletas. Claro que allá las cosas son un poco más fáciles: la bicicleta es prácticamente un bien común, el Estado está atento a entregar las mejores condiciones a los ciclistas y las ciudades no son enormes metrópolis. Excepto Ámsterdam, que cuenta con más de 2 millones de habitantes y las motos scooter son cada vez más comunes.
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Lo bueno es que en allá hay una asociación llamada Fietsersbond (La Liga de Ciclistas, abreviada FB), que agrupa a más 35mil ciclistas holandeses y representa un poderoso lobby frente a las autoridades. La FB está molesta porque los scooter, a diferencia de ellos, hacen ruido, contaminan, ocupan más espacio, y están aumentando los accidentes de tránsito en Ámsterdam.
En los Países Bajos hay 17 millones de usuarios de bicicletas, lo mismo que su población total (casi todos andan en bici) y se estima que un 27% de los viajes que hacen los ciudadanos a diario se realizan en dos ruedas. En todo caso, el Estado ha instalado más de 30mil kilómetros de ciclovías.
La FB asegura que, aunque hay una normativa para dar patente a los scooter, permitiéndoseles velocidades máximas de 25 y 45 km/h, los usuarios no respetan los límites de velocidad y utilizan las vías para ciclistas. No sólo eso, sino que muchos utilizan el escape libre, generando mucho más ruidos y contaminación en las ciudades. Dicen que el 40% del smog lo producen estas motos.
Ya van más de 7mil firmas de ciudadanos de Ámsterdam que aseguran estar hartos de estar obligados a soportar a los molestos scooter.
El sitio donde recolectan las firmas es http://scooteroverlast.nl/ y el de la FB es http://www.fietsersbond.nl/