La riqueza del maíz mexicano se encuentra en peligro ante los planes de empresas biotecnológicas; entre ellas Monsanto, Syngenta, Pionner y Dow Agrosciences. El gobierno de México ha recibido solicitudes de estas transnacionales para sembrar sus semillas genéticamente modificadas a escala comercial. Mientras tanto, activistas piden una modificación a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) para evitar esto.
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Hasta el momento, no se ha dado ninguna resolución; sólo un susto: una noticia que pudo significar la victoria de los OGM; gracias al Universo, no es el caso. El día hoy la página colaborativa México libre de transgénicos lanzó un titular alarmante: Monsanto Anuncia autorización de siembra de Maíz GM a gran escala en México.
El comunicado fue publicado en el sitio www.monsantoglobal.com, en el cual se aseguraba haber obtenido el permiso de México para la siembra comercial. El blog oficial de Monsanto deslindó a la empresa de dicha página, asegurando que se trata de un hoax; una página apócrifa que copia a la original. Entre falsas noticias y un gobierno que se mueve por grupos de poder, donde el dinero manda, no podemos bajar la guardia.
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El maíz nativo mexicano ha estado en peligro desde años atrás. En marzo de 2011 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) autorizó a Monsanto la siembra de maíz amarillo en etapa piloto, esto en el estado de Tamaulipas. Con anterioridad le habían otorgado 67 permisos para la siembra en etapa experimental en territorio de Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Durango.
En septiembre de 2012, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) dio a conocer los planes de Monsanto para su expansión comercial. El científico Antonio Turrent Fernández se señala y cito textualmente…
El gobierno mexicano ha permitido que la información técnica de las fases experimental y piloto […] sea manejada como secreto corporativo. Los resultados experimentales y piloto no han sido expuestos al cotejo científico independiente, mientras que el acceso a las parcelas experimentales y piloto fue ampliamente restringido en su momento. La comunidad científica independiente tampoco tuvo oportunidad de opinar sobre la suficiencia de resultados que justificaran el paso expreso de la fase experimental a la piloto y ahora a la comercial. La pregunta al gobierno mexicano sería si el manejo oculto de la información era necesario para los intereses de la nación o, ¿Para quién lo era?
Actualmente está en nuestras manos, como ciudadanos, pedir a nuestro Gobierno que ponga un alto a los planes de siembra comercial de la transnacional. Greenpeace México ha lanzado una fuerte campaña para informar sobre el contexto del maíz en México, sus 59 razas nativas y el peligro que corren en caso de que Monsanto logré su objetivo. Al sembrar a escala comercial, se libera material genético y se emplean agroquímicos. Se genera una afectación a nivel social y medio ambiental.
El reto que interpuso Greenpeace México al presidente Enrique Peña Nieto no ha obtenido respuesta. Mientras tanto, la organización busca el apoyo con 120 mil firmas físicas para presentar una iniciativa ciudadana que garantice el maíz libre de transgénicos en el país. Entre los puntos que busca especificar dicha iniciativa ciudadana, se encuentran Régimen de Protección Especial del Maíz, que señala — entre otras cosas — lo siguiente:
85-Bis.- A efecto de mantener un Régimen de Protección Especial del Maíz, de conformidad con lo dispuesto en la fracción XI del artículo 2 de esta Ley, se adoptarán las siguientes medidas:
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Impulsar la conservación del germoplasma de maíz nativo y la biodiversidad agrícola en todo el país;
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Fomentar el cultivo de maíz bajo el sistema milpa con uso de semillas nativas;
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Fomentar la conformación de bancos de semillas comunitarias con apoyo de instituciones gubernamentales y académicas;
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Promover el uso del maíz nativo y prácticas ambientalmente sustentables para la conservación de la biodiversidad agrícola;
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Capacitar a los agricultores en el uso y desarrollo de sistemas de producción agroecológicos y sustentables;
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Apoyar la colecta y sistematización taxonómica del maíz nativo y la biodiversidad agrícola asociada a éste;
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Desarrollar tecnologías para el aprovechamiento del maíz nativo y la biodiversidad agrícola a fin de incorporar valor agregado a esos recursos;
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Promover la producción de semillas de maíz nativo y el fitomejoramiento participativo con los agricultores o campesinos dedicados al cultivo del maíz
Por el momento sólo queda esperar a que Peña Nieto y su gabinete tome las decisiones indicadas, considerando el bienestar de la nación sobre lo demás. México merece un maíz libre de transgénicos. Como ciudadanos interesados en esta temática, debemos estar a la defensiva de noticias como este hoax, pero a la vez abiertos a la información consciente, comprobando dos, tres, cuatro veces, las fuentes de las mismas.
Foto: fishhawk (Flickr) / (cc) by