La Organización de las Naciones Unidas deja ver en este año la inherente relación entre el agua y la energía. Casi toda actividad de producción energética requiere agua, desde las hidroeléctricas hasta el fracking, pasando por las centrales nucleares y geotérmicas.
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Sorprende entonces, que muy poca de esta energía (cerca de 8%) se utilice para llevar extraer, tratar y llevar este indispensable líquido a más consumidores en el planeta. El agua para uso industrial nunca falta, sin embargo, millones de familias alrededor del globo carecen de este que más que un servicio es un derecho.
En múltiples ocasiones hemos sido testigos de cómo el uso del agua para distintos fines ha afectado la salud, economía y patrimonio de millones de familias, además de causar invaluables daños a la naturaleza, pocos de ellos han tenido que ver con la igualdad de la distribución del agua en el mundo.
Hay lugares en el mundo en los que tener agua potable es sólo un sueño, también existen lugares donde el agua se ha vuelto una pesadilla. Debe encontrarse un equilibrio entre el uso del agua para fines energéticos y actividades económicas así como para asegurarse de que llegue a la mayoría de las personas.
A propósito del Día Mundial del Agua a celebrarse el 22 de marzo, quiero recordar algunos casos en los que el mal aprovechamiento del agua ha causado grandes tragedias en México:
La presa Hurtado en el estado de Jalisco vivió uno de sus peores momentos en el 2013 cuando una empresa clandestina de alimento para ganado descargó restos de melaza en sus aguas. Miles de peces murieron y se estima que se tardarían hasta 4 años en revertir los daños ocasionados por la inconsciencia de unas cuantas personas.
No sólo fue la muerte de los peces y el daño ecológico que causó esta acción, muchas de familias que viven de la pesca en esta región se vieron seriamente afectadas no sólo por el daño a su principal actividad económica sino porque ellos utilizaban esa agua para beber y demás actividades cotidianas.
Por otro lado, cuando se decidió aprobar la construcción de la presa de las Cruces por la CFE para generar energía eléctrica, se pasó por alto que los daños ecológicos también traerían daños económicos a la región. Al reducir los recursos hídricos en la zona, se destruye el ecosistema y la reproducción de especies se dificulta.
Tampoco hay que olvidar que las inundaciones en el estado de Tabasco en 2007 y posteriores no tuvieron sólo que ver con las fuertes lluvias. Las compuertas de la presa Peñitas se abrieron para bajar el nivel del agua antes de evacuar a las personas que vivían en las cercanías poniendo en peligro su vida y todo cuanto poseían.
En otros casos, los niveles de las presas ni siquiera son suficientes para dar abasto a las principales actividades agrícolas y de producción de alimentos, lo que pone en peligro cientos de hectáreas de producción y agrava el problema de sobreexplotación de otras fuentes hídricas.
El agua es energía, no sólo eléctrica, es la fuerza que da vida al mundo. Nuestras aguas dan sustento a millones de familias y también es capaz de destruir todo lo que conocemos si no se trata con la precaución necesaria.
Fuente: El tema del Día Mundial del Agua de 2014 es: «agua y energía» (Naciones Unidas)