¿Alguna vez se han preguntado con qué se lavaban el cabello hace 100 años? y ¿antes de eso? El cuidado personal ha cambiado con el mismo ser humano. Desde las fragancias hasta los efectos “milagro”. Todo se crea y se ajusta de acuerdo a las necesidades, ya sea genuinas o establecidas por la sociedad, como lo que dicta la moda.
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Actualmente encontramos un sin fin de shampoos en el mercado, todos ellos con una promesa: el anti-frizz, la hidratación, aquel que evita la caída del cabello, el que lo fortalece, lo alacia, lo ondula, el anticaspa, el que mantiene el color en tu cabello por más días…
Lo que pasamos por alto es que la gran mayoría de estos productos afectan al medio ambiente y, además, en su elaboración se utilizan derivados animales o, bien, son probados en los mismos; ambos se traducen en crueldad animal.
Entre los sustancias que contiene los shampoos que afectan al medio ambiente, al agua y los animales, se encuentran:
- Lauril éter sulfato sódico.
- Parábenos.
- Dodecilsulfato de sodio.
- DEA/Dietanolamina.
Al estar en contacto con el agua, se pueden formar otras sustancias que ponen en peligro a la salud, además de producir mutaciones y dañar a la vida acuática, al pasar por el drenaje y llegar a ríos y/o mares.
Para reducir este impacto ambiental, el Desafío VeoVerde de esta semana es, si decides aceptarlo, lavar tu cabello sin contaminar el agua con alguna de las siguientes recetas.
Lava con bicarbonato, enjuaga con vinagre
Un clásico que ha generado todo un movimiento denominado no-poo — en otras palabras, no shampoo —.
Ingredientes
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 taza de agua
- 1/4 taza de vinagre de manzana
- 1 taza de agua
- 3-5 gotas de aceite esencial a elección: lavanda, menta, romero.
Mezcla el bicarbonato y el agua en un atomizador. Antes de utilizarlo, agita muy bien. Aplícalo a lo largo de tu cabello y masajea por un par de minutos. Enjuaga con agua tibia.
En otro atomizador, mezcla el vinagre, con cuatro partes más de agua y las gotitas de aceite esencial que más te guste. Después de lavar tu cabello, atomiza el vinagre de la misma manera. Enjuaga con agua fría.
Después puedes aplicar un acondicionador natural hecho en casa.
Leche de coco y aloe vera
Ingredientes
- 75ml de leche de coco
- 88ml de aloe vera o sábila natural
Mezcla ambos ingredientes hasta que se encuentren bien integrados. Aplica a en tu cabello mojado, dando masajes en tu cuero cabelludo. Déjalo por un par de minutos y enjuaga bien con agua tibia. Después puedes utilizar el enjuague de vinagre de manzana.
Harina de centeno
Ingredientes
- 3 o 4 cucharadas de harina de centeno (dependiendo del largo de tu cabello)
- agua tibia suficiente para igualar la consistencia a un shampoo
En una taza o un bowl, coloca la harina. Agrega un poco de agua y mezcla; sigue así hasta alcanzar la consistencia deseada.
Moja tu cabello y aplica la mezcla en tu cuero cabelludo; masajea delicadamente sólo enfocándote en esta parte. Enjuaga con agua tibia, cuidando que no queden grumos. Para finalizar, utiliza el enjuague de vinagre de manzana.
Shampoos libres de químicos
Si no te quieres aventurar a probar alguna de estas recetas, la opción es comprar un shampoo natural hecho de manera artesanal, libre de químicos.
Hay tiendas naturistas que ofrecen una gran variedad de acuerdo a tu tipo de cabello — si es seco o grasoso —; se recomienda el shampoo de lechuga y de romero.
Con estas técnicas, demás de reducir nuestro impacto ambiental, damos un descanso a nuestro cabello que es bombardeado por productos todos los días. ¿Aceptas el Desafío VeoVerde?
Desafío VeoVerde. Cada lunes lanzamos una propuesta, pequeños cambios de hábitos y ajustes en nuestra rutina diaria, para llevar una vida en contacto y equilibrio con la naturaleza.