La sexta extinción masiva

Durante los últimos 600 millones de años se han presentado 5 extinciones masivas causadas por diferentes fenómenos naturales como vulcanismo masivo, impactos de meteoritos y algunas otras ni siquiera han sido aclaradas.

La extinción, en realidad, no es algo extraño, es un proceso tan natural como la vida y la muerte. Cualquier especie que llegue a pisar la Tierra está condenada a desaparecer, la única diferencia se dará por las condiciones en las que lo haga.

Curiosamente, la más famosa de las extinciones, ésa que se llevó a los dinosaurios cuando un meteorito golpeó el planeta cerca de México hace 66 millones de años no ha sido la mayor de todos los tiempos. 200 millones de años antes ocurrió la extinción pérmica que no acabó con especies sino con familias enteras que abarcan millares de especies. Así se perdieron el 70% de los vertebrados que existían en aquella época.

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Las causas de la extinción pérmica no están muy bien definidas, pudo ser el aumento de la temperatura de la superficie marina lo que arruinara la cadena trófica, un cambio brusco en el ciclo de carbono, erupciones volcánicas en Siberia hasta la formación del megacontinente Pangea. Como vemos, las grandes pérdidas de fauna, no son una cosa extraña, las causas sí.

Regresando a nuestro tiempo, la defaunación, como se le ha nombrado a la pérdida de especies animales en nuestra era, es uno de los principales impulsores del cambio ecológico global que nos empuja hacia la sexta extinción masiva. En un artículo presentado por Rodolfo Dirzo de la Universidad de Stanford que lleva por nombre “Defaunación en el antropoceno” se explica cómo está sucediendo esta extinción en este periodo se inició hace 500 años.

El antropoceno no es una era geológica común, es mucho más profunda que eso, es una manera que los científicos han utilizado para denominar la época en la que la actividad humana ha empezado a generar cambios en la ecología a nivel global.

“Los humanos han desencadenado una ola de extinción, amenaza y declive de las poblaciones locales de animales que puede ser comparable, tanto en velocidad como en magnitud, con las cinco previas extinciones masivas de la historia de la Tierra.” Han afirmado diferentes científicos de California, Londres, México, Brasil, Londres y Oxfordshire.

Para las escalas geológicas, 500 años son nada, a diferencia es que el impacto que la defaunación ha tenido en esta última era supera por mucho el de un meteorito o el ensamblaje de Pangea. Ninguno de estos dos fenómenos ha tenido una duración tan corta.

La defaunación no sólo se limita a la pérdida de especies sino a la desaparición de poblaciones locales y la reducción en el número de individuos en ellas. Ciertamente, las extinciones tienen cierta importancia evolutiva, pero la pérdida de especies en un lapso de tiempo tan pequeño causa un impacto enorme en la función de los ecosistemas. He aquí nuestro problema.

De acuerdo a estimaciones entre el 16% y el 33% de la totalidad de especies vivas de vertebrados están amenazadas o en peligro en todo el mundo. Tan sólo en los últimos 500 años se han extinto 322 especies. Hay algunas que se han reducido en un 28% como el caso de los elefantes, a este ritmo se puede asegurar su extinción en un periodo de tiempo muy corto.

El problema también reside en que al desaparecer una sola especie, la caída del funcionamiento del ecosistema global es inminente, por eso es tan importante poner atención a esta defaunación, de la que nuestra especie está siendo patrocinadora, antes de que acabemos con nosotros mismos.