El Golfo de México se ha tenido que enfrentar devastadores derrames de hidrocarburos a lo largo de los años. A pesar de los esfuerzos de limpieza que han tenido que iniciar las compañías responsables de ellos, no se cuenta con un plan de prevención para derrames.
Ahora diferentes organismos buscan impulsar un proyecto de prevención para contar con herramientas para enfrentar las afectaciones que pudiera sufrir el ecosistema marino del Golfo de México.
En este proyecto participa el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior (Cicese) junto a 4 dependencias de la UNAM, la Universidad Autónoma de Baja California, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, Baja Innova y SAPI de CV como empresa asociada.
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Para el financiamiento del proyecto se contará con el apoyo del fondo sectorial Conacyt-Sener-Sustentabilidad energética, un fideicomiso creado para atender estos temas. Lo que se me hace curioso es que tener un proyecto de prevención o plan de contingencia no evitará el daño que un derrame podría provocar.
El proyecto se divide en 5 líneas de acción:
- Plataformas de observación oceanográfica
- Línea base y monitoreo ambiental
- Modelos numéricos de circulación y biogeoquímica
- Degradación natural de hidrocarburos
- Análisis de derrames
Aunque en lo general es un excelente proyecto de cuidado y observación del océano en tiempo real, no deja de proteger la extracción de hidrocarburos. Es bueno tener este tipo de proyectos, pero sería mucho mejor que pudiéramos contar con mayor inversión en la investigación de energías limpias.
La única forma de evitar algún accidente relacionado a los hidrocarburos es generando energías renovables que sean amigables con el medio ambiente y alejarnos cada vez más de los combustibles fósiles.