¿Tienes un animal favorito? ¿Qué has hecho por él últimamente? Alyssa Carter es una niña sudafricana de 8 años que ha recaudado más de 23,000 dólares para proteger a los rinocerontes. Cuando Alyssa se enteró de que había cazadores que mataban rinocerontes para vender sus cuernos se puso a llorar, pero después de eso creó la campaña Alyssa’s Save the Rhinos.
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Alyssa vende chocolates hechos a mano todos los viernes en su escuela primaria en Johannesburgo, también le vende a familiares, amigos y a las personas que asisten a la iglesia. También ha recibido donaciones y tiene algunos clientes entusiastas de su campaña.
Su campaña ha ido creciendo así que su oferta tuvo que ampliarse, ahora además de chocolates vende paletas, estampas, juguetes tejidos de rinocerontes que le ayuda a crear una persona que escuchó de su campaña y quiso apoyarla en la recaudación de fondos.
La idea de esta pequeña era utilizar el dinero para comprar perros entrenados que patrullen el Parque Nacional Kruger pues, aunque es una zona de conservación animal, los guardabosques no han podido combatir a los cazadores furtivos. Cuando los perros encuentran un rinoceronte muerto, pueden rastrear al cazador.
Hasta ahora, Alyssa ha ayudado al parque con dos nuevos K-9, que entre la compra y entrenamiento que han costado unos 8,000 dólares cada uno. Los perros también son capaces de detectar las armas que los cazadores intentan meter al parque al igual que el cuerno cuando intentan sacarlo. Esta es una acción que se emprendió en 2012 en el parque y durante el último año se han arrestado 164 cazadores.
Alyssa cree que los rinocerontes aún con sus toneladas de peso y su fuerte armadura son animales lindos y hermosos. Ella los ama pero antes de lanzar su campaña jamás había visto uno en su hábitat natural. Ahora visita el parque y ha conocido algunos guardabosques, incluso ha visto a un par de perros patrullar la zona. Alyssa cuenta cada rinoceronte que ve y hasta hoy son alrededor de 130.
Su campaña aún no termina, ahora busca dar conferencias y pláticas para que más gente se entere de lo que está haciendo y su padre Brian la apoya en cada momento para seguir vendiendo chocolates y salvar a los rinocerontes.
