Desde hace un tiempo, los autos eficientes han entrado al mercado automotriz chileno, pero este proceso ha sido mucho más lento en comparación a otros países de Latinoamérica. Hasta ahora, la única medida que el gobierno ha tomado en este contexto, es la puesta en marcha del “Impuesto verde”, que castiga a los modelos más contaminante y con menor rendimiento.
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De los 36 países que componen la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Chile es el país que más contamina. Es por esto, que este impuesto, se incluyó en la reforma tributaria, con el fin de atenuar el impacto negativo que producen los vehículos en el medio ambiente.
El valor de este gravamen puede variar entre los 28 mil pesos y los 2,3 millones de pesos. Para calcularlo hay que tomar en cuenta 3 factores: Niveles de rendimiento urbano (km/l), emisión de óxido de nitrógeno (NOX) y precio de venta del vehículo.
Si bien los autos con mayor tecnología, como híbridos o eléctricos tienen un menor o nulo Impuesto verde, sus precios siguen siendo restrictivos. Es por ello que a la hora de comprar un auto es indispensable acudir al sitio de Servicio de Impuestos Internos y calcular las emisiones contaminantes del vehículo. Asimismo, existen empresas como S-Save, que orientan y facilitan el acceso a soluciones sustentables.
S-Save ofrece una variada gama en este tipo de vehículos, siendo los eléctricos los más novedosos y convenientes al estar libres de dicho impuesto. Entre estos destaca el híbrido Kia Optima y los autos de alta eficiencia como el Mitsubishi Mirage, Renault Captur o el Mazda 3.