Ante la prohibición del uso de animales en espectáculos circenses, que entrará en vigor en julio del presente año, existe la incertidumbre entre dueños, entrenadores y las mismas personas que apoyaron la ley: ¿qué pasará con más de 2 mil animales que actualmente viven en los circos?, ¿tendrán una vida digna en su retiro?
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Guillermo Haro Bélchez, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), asegura que los poco más de 2,500 animales que ya no pueden presentarse en los espectáculos se reubicarán en algunas de las 12 mil Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que existen en el país — según informa La Jornada.
Haro Bélchez aprovecha la oportunidad para aclarar que la ley sólo prohibe que los animales participen en números, por lo que pueden vivir en los circos siempre y cuando se les garantice una vida digna. Para los circos, en estas condiciones, resulta costoso conservar a los animales que no pueden “actuar”, lo cual quiere decir que la mayoría terminaría en una UMA.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) trabaja en un inventario de todos los animales que viven en circos a lo largo de la República Mexicana, para poder proceder con lo correspondiente — de acuerdo a la reforma, esta información debe quedar lista en junio a más tardar.
Varios circos se han visto obligados a cerrar sus puertas por la baja de asistencia, muchos de ellos aún conservan a sus animales y batallan por darles la atención que merecen.
Armando Cedeño, Presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo, señala que no tienen más opción que esperar a que el Gobierno les ayude.
Estamos esperando una respuesta por parte del Gobierno sobre qué pasará con nuestros animales.
De acuerdo con Cedeño, el número de animales circenses que maneja el Gobierno queda por debajo a la cifra oficial, existiendo posiblemente 4 mil animales que necesitan ser reubicados.
Para un circo resulta poco viable darle una vida digna a un tigre, cuando se invierte más de MXN $3,000 pesos al día sólo en alimentos, más cuentas de veterinario y otros gastos — como lo cuenta el entrenador Bruno Raffo a Reuters.
Aún cuando varios zoológicos privados han ofrecido ayuda a la reubicación y la rehabilitación de estos animales, todo el proceso representa un reto.
Ya lo hemos visto con casos de animales asegurados por no contar papeles de procedencia legal o no tener un trato digno. Hay casos de éxito, como los animales que ahora viven en The Wild Animal Sanctuary y, otros casos lamentables, como el oso Invictus, que falleció durante su proceso de rehabilitación.
Ahora queda en manos de Profepa organizarse para darle un hogar digno a todos estos animales, conforme lo vayan necesitando. Muchos circos apenas tienen para mantenerlos en estas condiciones y, claro, habrá quienes piensen en sacrificarlos — algo que es ilegal y que atenta contra la biodiversidad.