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Liberan a Capitán, el perro que recibió un amparo para evitar su sacrificio

Esta es la primera vez que un perro callejero recibe un ampara en la Ciudad de México. Pronto tendrá un hogar permanente.

Hoy se registró un caso sin precedentes en la Ciudad de México. Un perro quedó en libertad, después de pasar un poco más de mes y medio en el centro canino donde sería sacrificado. Esta es la historia de Capitán, sus vecinos y la organización Gente por la Defensa Animal.

Capitán es un perro de todos y, a la vez, un perro de nadie. No tiene dueños, pero desde hace 3 años vive en una unidad habitacional en la delegación Iztapalapa. Los vecinos se encariñaron con él. Le daban agua, comida y hasta le construyeron un refugio.

Una noche a principios de abril, Capi estaba descansando en su casita — cerca del área de juegos — cuando fue molestado por un grupo de niños. Como respuesta el perro mordió a Fátima, una niña de 6 años, en la cabezasegún informa CNN México.

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Hay varios testigos, ellos dicen que el perrito estaba en su área donde duerme, donde jugaba, los niños llegaron, le torcieron la cola y el perro volteó y mordió a la niña. —Susana Flores, vecina de la unidad.

Al día siguiente, la policía se llevó a Capitán al centro antirrábico. De inmediato, un grupo de vecinos que conocen al perro juntaron 100 firmas para impedir su sacrificio. Nadie respondió.

El siguiente paso fue contactar a la organización Gente por la Defensa Animal, quienes ofrecieron ayuda legal al caso. Gracias a sus abogados, Capitán recibió un amparo el 29 de abril. Esta es la primera vez que un perro callejero recibe un recurso legal de este tipo.

El amparo no significaba una victoria, sólo le daba tiempo a Capi ya que todavía faltaba un proceso legal para determinar el destino de perro. Hoy se ha dado la resolución a favor del perro.

Capitán fue afortunado porque había toda una comunidad que lo respaldó. Sin embargo, hay muchos otros animales no humanos que no han corrido con la misma suerte y que han sido asesinados de los modos más cruentos. — GEPDA.

Además de salvar su vida, Capitán por fin tendrá un hogar definitivo. De acuerdo a los miembros de la organización, han recibido solicitudes de adopción no varias partes del país, hasta de Estados Unidos.

Durante el proceso, Capitán pasaba sus días en una jaula en el antirrábico. Mientras tanto, la madre de la niña pedía justicia — más bien, venganza: quería al perro muerto.

Yo siento impotencia, no es posible que para la gente sea más importante un animal que un ser humano.

De acuerdo con testigos, aquella noche de abril, los niños que atacaron al perro estaban solos, sin vigilancia de sus padres. El hermano mayor de Fátima fue quien dio aviso a su mamá del percance.

La mamá no estaba en el área de los juegos, ni cuidando a la niña, estaba en su casa […] La señora llegó espantada, con varios vecinos, uno de ellos dijo que iba a matar al perro — cuenta Flores.

Desafortunadamente las víctimas en esta situación son tanto Capitán como la niña. El perrito no tiene una familia, como tantos miles en la Ciudad de México. Fue blanco del ataque de niños que, evidentemente, no han sido educados por sus padres sobre el respeto a los animales.

Los perros responden al estímulo negativo y, en esta ocasión, Fátima recibió la respuesta a ese ataque. ¿Dónde estaba su madre en ese momento?

Esta historia queda como precedente legal y, además, nos invita a reflexionar. Los padres deben formar parte de la educación de sus hijos, formarlos con valores y respeto a la vida. Recordemos que el maltrato animal comienza en la infancia y puede ser el principio de una cadena de violencia.

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