La fabricación, comercialización y exportación de cannabis están permitidas hace décadas en Colombia, pero fue hasta el martes 22 de diciembre que se reglamentó. Su presidente, Juan Manuel Santos, firmó el decreto que regula el uso de la marihuana con fines medicinales.
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Establecer la legalidad de su uso en forma terapéutica, responde a la creciente demanda global de productos medicinales basados en esta planta. Por lo que Colombia no quiso quedar fuera y sentó las bases y las reglas en el documento.
Se busca aprovechar las cualidades de la marihuana para mejorar la vida de las personas en su lucha contra las enfermedades. Se permitirán licencias para poseer semillas de cannabis y cultivar la planta con fines médicos y científicos. Hay que dejar en claro que no se contempla la legalización del consumo libre.
La normativa requiere de la tramitación de una licencia ante el Consejo Nacional de Estupefacientes o el Ministerio de Salud. Luego de 30 días de presentada la solicitud, se otorgará el permiso para trabajar legalmente con la planta.
Así mismo, se debe cumplir con un protocolo de seguridad, un plan de cultivo que establezca la inversión y la forma en que se vinculará a los habitantes del país como trabajadores del área de cultivo.
Cabe señalar que dicha licencia concedida por el Estado puede otorgarse tanto a personas con nacionalidad colombiana, como a extranjeros con domicilio en ese país.
Un avance que no solo favorecerá a los pacientes, sino que también a los científicos y productores, y que es paralelo a un proyecto que descansa en el Congreso y que busca convertir en ley el uso de la marihuana terapéutica.