Lifestyle

La “flor cadáver” que atrapó las miradas en el Jardín Botánico en NY

El proceso de florecimiento duró varios días, y ante la expectación de los visitantes, la “flor cadáver” desplegó sus pétalos y ese fuerte olor que la caracteriza.

El pasado 21 de julio, los encargados del Jardín Botánico de Nueva York instalaron una cámara que registraría cada segundo del proceso de florecimiento de un ejemplar muy especial.

Ustedes se preguntarán por qué tanto alboroto, si cada día millones de flores abren sus pétalos y nadie observa tan atentamente.

Lo especial, es que esta flor conocida como aro gigante, bunga bangkai o “flor cadáver” ofrece todo un espectáculo cuando se abre. Uno bastante oloroso, por decir lo menos.

Recomendados

En esta publicación de hace cinco días en Instagram, el Jardín Botánico informa que “las altas temperaturas aún no impactan a la “flor cadáver” y aún no podemos predecir cuándo florecerá”.

Luego, el 29 de julio, el equipo a cargo anuncia que ha florecido completamente y que durante las próximas horas, su ciclo de florecimiento comenzará a decaer.

Se puede encontrar en varios lugares del mundo, pero su origen está asociado a las selvas tropicales de Sumatra. El ejemplar que se encuentra en el Jardín Botánico de NY está ahí desde 2007, y casi 10 años después, los visitantes tuvieron la oportunidad de ver su proceso.

Es lento, considerando el gran tamaño de la flor —puede llegar a los 3 metros de altura— y su complejidad. Sin embargo, lo que más llama la atención, es el horrible olor que libera una vez que florece.

Muchas personas han registrado su experiencia en las redes sociales al ver esta majestuosa flor que, en realidad, produce ese olor para atraer insectos para que se encarguen del intercambio de polen necesario para su reproducción, por ejemplo, moscas.

Una vez que florece, sólo es posible apreciarla durante tres días. Luego, comienza nuevamente el proceso que experimenta tres o cuatro veces en su vida, que suele tener una duración de 40 años.

Tags

Lo Último


Te recomendamos